lunes, 23 de febrero de 2009

Navarino y su vida-real

Como lo pueden observar soy de carne y hueso. No me pude preparar mejor para la ocasión ya que estas imágenes me sorprendieron cuando estaba preocupado por mi comida (que finalmente nunca llegó). Pero, más allá de ese detalle, lo importante es que se puede apreciar que no soy ni un simulacro, ni parte de la ficción, ni un gato animado (como Garfield, por ejemplo). Los rumores de que las fotos que había subido al blog eran fotochopeadas de otros gatos de color se reducen a blasfemias. Soy tal cual como me ven en el video. Un gato negro, gordo y grande. Conclusión: el gato verdadero soy yo... y el resto farándula.


miércoles, 18 de febrero de 2009

Navarino y Garfield: diferentes colores gatunos


Comparado conmigo Garfield es una alpargata. Un gato grande, gordo… y amarillo. El amarillo es un color de gato elegante y poco vivido. Echado en su sillón, esperando a que le pasen un trozo de lasaña o cualquier cosa que lo haga “sacar las castañas con la pata del gato”. ¡Una basura! En cambio, yo soy un gato real. Un gato de color negro y con kilometraje para regalar. Quisiera ver a Garfield arriba de un avión durante trece horas o en una embarcación (que lleve, además, su nombre). Es un gato FOME. No se sabe relacionar con otros gatos y menos con otros perros. Miren mis amigos en el blog. Hay hasta un Saltamontes. Acaso, Garfield tendrá sesos para detenerse en cuestiones tan necesarias como un grupo de buenos amigos… aunque sean perros, gatos o cualquier otro bicharraco… ¡Pobre Odie! Le falló el destino y se fue a meter a ese reinado dictatorial de, más encima, un gato amarillo. Lo siento por él. Sinceramente, creo que Garfield no sabe ni escribir por lo que no podría ser capaz de mantener un blog tan maravilloso como éste. A fin de cuentas, él es un dibujo animado. Yo no. Fin del pelambre.

sábado, 7 de febrero de 2009

Navarino y el barco que lleva su nombre


Este es el Navarino. Una motonave que tiene como 70 años. Ella tuvo primero el nombre. Se llama así porque, tiempo atrás, viajaba a la isla Navarino en el sur austral de Chile. Mi nombre es Navarino por culpa del barco. Mis padres me pusieron así porque en esa embarcación llegaron a la isla de Robinson donde vi la luz y de la cual provengo. Pero, sobre todo y según ellos, porque en las noches ronroneaba al ritmo de los motores de la nave, a velocidad crucero. Como pueden ver, no sólo tengo un barco homónimo, sino también una isla en el sur patagón de Chile. Conclusión: los navarinos somos muchos... pero gato sólo hay uno: YO, el gato negro, gordo y grande.

domingo, 1 de febrero de 2009

Navarino y su parentela


A pesar de ser un poco insoportable, tengo muchos amigos... Este mismo blog que están leyendo me delata. Tengo siete seguidores entre amigos y perientes que viven en otros lugares. Los primeros que recuerdo son los de la isla. Una de mis mejores amigas es la Pirinola. Muy querida y medio amante también. Hija de un buzo y una dentista. Luego, en España, tuve un buen amigo que ahora vive en Chile. Se llama Larsen por un personaje de un libro de Juan Carlos Onetti. Larsen es un "perro andaluz" y se vino a Chile cuando sus padres se trasladaron a vivir a Valpo (tiene más dedos de la cuenta). Lo veo poco pero recuerdo que en Sevilla siempre venía a casa a darme comida o a cuidarme. Yo, en cambio, le pegaba y me tenía miedo. Luego cuando yo me vine a Valdivia, la familia (y por ende los amigos) creció. Llegó a Santiago la Bruna, una perrita muy coqueta que acaba de tener un accidente (lo cuenta en este blog), la Maga una perra labradora negra o "de color" como yo (tuvo un problema similar al de la Imer en la pata pero no se la cortaron y ahora está estupendamente). A quien no conozco pero se mucho de ella por referencias es la gatita de las casonas de nombre de pila Domitila. Mis padres y el de ella quieren que nos enamoremos y que seamos pareja. Nuestros padres son tan especiales que quieren que suceda eso pero, a su vez, no me traen a la chiquilla a la casa... No tengo como desplegarle todo mi sex appeal de gato "de color". Por suerte, ya me conoce por el blog y más de alguna indirecta me ha tirado al respecto. Señores papis: póngase las pilas porque aquí va el gato negro gordo y grande...