domingo, 17 de mayo de 2009

Navarino: un chat enroulé


Esta es mi posición favorita. Me doy la vuelta sobre mí mismo y me enrollo de manera perfecta. Con esa pose no entran balas. Ni frío, ni calor. Temperatura ideal. Todo bien. Cuando llegas a un punto de relajación total, te olvidas de que eres gato, negro y gordo. Sólo estás en el trance gatuno del "enroulamiento". ¡Una maravilla! Los humanos no saben lo que se pierden. ¡Deberían envidiarme! Tienen que comprar frazadas y plumones para poder soportar un invierno común y corriente. Además, los humanos no tienen cola y no son tan flexibles para terminar de cerrar perfectamente ese placentero "enroulamiento". En cambio yo, no tengo atao, sólo me envuelvo sobre mí mismo y ¡san se acabó!

sábado, 9 de mayo de 2009

Navarino y la intelectual gata alemana


Por favor, el siguiente gato soy yo. La chica de la foto es guapísima. El único problema que tiene es que no es negra. Pero, dentro de todo, se entiende porque es alemana y -como saben- los gatos de ese país son más tirados para lo blanco-amarillo que para lo negro. Una lástima por ellos. No saben lo bueno que es ser un morenazo sudaca e insular. Además de esto, ella es una gatica intelectual. Tiene un miau con acento germano. Vive entre libros como los que ella misma nos muestra en la foto: “el siguiente gato por favor” y “gatos inteligentes”... como yo. Por eso, me siento reflejado con la postura de esta muchacha (no de color) pero intelectualmente intachable. Así es la vida de este gato negro, sudaca y bilingüe...