martes, 20 de octubre de 2009

Navarino y su hermana Imer


A veces me preguntan: ¿La Imerquiña es tu pierna?
Y yo les respondo: Si pero es la pierna que le falta.
-Es mi hermana.

domingo, 4 de octubre de 2009

Navarino y el negro gato de madera


Esto era lo que me faltaba. A mi viejo lo cambian de pega y a su oficina nueva llega con un reemplazo gatuno y de madera. Cómo se les suben los “humos a las cabeza” a los hombres cuando les pasan estas cosas de súper autoestima. El cuento no es menor ya que además aquella nueva mascota es grande, negra y FLACA. En esto último me gana por varios kilos que me dejan en vergüenza frente al gatunismo mundial. Lo bueno, por otro lado, es que -como es de madera- no puede ni escribir, ni pensar, ni mantener un blog tan dinámico como el mío. Por esa parte, le saco varios kilos de ventaja. Lo peor de todo es que uno se desgasta por mejorar la raza de gato negro fiel, amable y con buen gusto y este cretino se entromete como si nada en la oficina donde mi viejo pasa gran parte de sus días. Eso no tiene nombre. Hasta mi viejo puede guatear. Un acto de envidia, celos y uñas de terciopelo para el estático gato de color con el cual debo compartir los ronroneos familiares. Por suerte, sólo es en horario de oficina.