sábado, 27 de diciembre de 2008

Navarino mas isleño que nunca



Aunque soy un gato medio desterritorializado, la que ven en la foto es mi casa-isla. Allí nací hace 10 años. Un cuatro de abril. La isla se llama de Robinson Crusoe o Más a Tierra. Así por lo menos le dicen los isleños de toda la vida. Robinson es parte del Archipiélago Juan Fernández que, además, tiene otras dos islas: Alejandro Selkirk y Santa Clara. Al tiempo de estar allí, mis queridos padres decidieron que debíamos partir y comenzó mi deambular -en la caja que se mueve- por el mundo. Con mi caja, he viajado en avión, avioneta, bus, lancha, barco, auto y en un cuanto hay de medios de locomoción.
Incluso viví en Europa. El viaje es una lata: largo, sin comida, dentro de la caja y medio volado por culpa de unos remedios que mi mamá me metía como supositorio pero por la boca. Por suerte, volví a la isla y, finalmente, otra vez a viajar...

Con todo esto de las idas y venidas, mi hermana chica siempre me dice que tengo más kilometraje que una tarjeta "lan-pass" y que debo ser uno de los felinos más viajados del mundo. A veces me pregunto ¿qué sería de nuestras vidas si no nos hubiésemos movido de la casa-isla de Robinson?

martes, 23 de diciembre de 2008

Navarino y la navidad


Mis padres son unos fomes. Cuando vivíamos en la isla todo era mucho mejor. Sacábamos un pino chiquito del cerro donde estaba la casa y luego lo metíamos dentro para adornarlo y celebrar la navidad. ¡Hasta poníamos nacimiento! Lo bueno de eso es que luego el mismo arbolito volvía a su lugar natural, ya que sólo lo transplantábamos de su hogar al nuestro y viceversa. Ahora es una lata. Con esto del atropello de mi hermana, en mi casa no pusieron ni árbol ni na... Además, yo creo que mis papás están más viejos que nunca y ya no pescan estas cosas. Yo celebro igual. En la foto me pueden ver alistándome para tan magna ocasión.

sábado, 20 de diciembre de 2008

Navarino sin su hermana


Hoy mi padres llevaron a mi hermana Imerquiña al doctor. Se la llevaron en la caja que se mueve. A la pobre la atropellaron el día martes pasado... quedó fatal. Esa noche no le pegué porque estaba con una pata de atrás colgando. Y chillaba mucho. La operaron y le pusieron ocho puntos y un fierro que le atraviesa la pata completa. Mi mamá dice que no va a llegar nunca a casa. Dice papá que el doctor le dijo que volverá en 20 días. Veremos qué pasa. Yo, por mientras, disfruto de mi casa y mi buena vida sin la Imer que me moleste y se coma mi comida.