sábado, 22 de agosto de 2009

Navarino y la chuleta con vida

A veces me sale todo lo animal que llevo dentro. El otro día me encontré con unos restos de chuleta de chancho en la cocina de mi casa. Como pueden ver me la hice chupete. Un hueso duro de roer. En un momento, parecía que tenía vida propia. Pero no pudo vencer la fuerza felina del gato negro grande y gordo. Pie de imagen: en el fondo se ve mi hermana menor sin su cuarta pata. No es esa pata la que me estoy comiendo. Ojo. No soy un gato caníbal. Y no me como a mi hermana.

1 comentario:

  1. Que suerte sobrino querido!!!
    Lo que es yo, meses que no veo chuleta alguna...
    Cariños, tu tío capitalino.

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